Oh, majestuoso y potentado San Antonio.
Hoy vengo a ti porque tengo un problema de amor.
Hay un vacío en mi corazón y estoy desesperada.
(…) Ya no está conmigo, pero siento que piensa en mí.
Yo sé que él me ama, que no ha olvidado mis caricias.
Oh, glorioso y querido San Antonio
te suplico que elimines de su mente toda duda,
celos, rabia, reproches y resentimientos.
Tú, que integras la paz y tranquilidad en las parejas,
otórgame la dicha de la reconciliación por amor.
Haz que (…) regrese a mí (…).
San Antonio, santo milagroso,
acude ante mí y ayúdame, que imploro tu auxilio:
Corta toda envidia y cualquier trabajo de amarre
que puedan estar alejándolo de mí.
Resguarda con tu amparo nuestra relación.
¡Oh! Bendito San Antonio, santo del amor.
Ayúdame, te suplico con un dolor en mi corazón.
Une nuestras almas y nuestros corazones para siempre.
Gracias por hacerle comprender que yo soy su amor eterno.
Gracias por tu ayuda y gracias por tu Bendición de amor.
Amén.
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